La vacuna desarrollada por el laboratorio Sinopharm que fue recientemente autorizada para su uso en niños y niñas mayores de 3 años a partir de que la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnologías Médicas (ANMAT) recomendó al Ministerio de Salud de la Nación ampliar su uso de emergencia a este grupo etario.Esta vacuna utiliza una tecnología muy conocida: virus inactivado, la cual es similar a otras que se aplican a los menores desde hace mucho tiempo y están incluidas en el Calendario Nacional de Vacunación, como la vacuna contra la poliomielitis o contra la hepatitis A.
En niños la vacuna Sinopharm se está aplicando actualmente en China, Emiratos Árabes Unidos y El Salvador. En Chile también se está vacunando a los mayores de 6 años con Sinovac, que utiliza la misma tecnología que Sinopharm.
Sí, la vacuna Sinopharm se utiliza en nuestro país desde el inicio de la estrategia de vacunación contra la COVID-19 y, con más de 9 millones de dosis aplicadas, es la vacuna con menor tasa de eventos adversos tanto graves como no graves registrada hasta el momento, según el Ministerio de Salud de la Nación.Los resultados del ensayo clínico de fase I y II, que fueron publicados en la revista médica The Lancet, demuestran que la vacuna es “segura y bien tolerada” en los menores de entre 3 a 17 años. “BBIBP-CorV también provocó fuertes respuestas humorales contra la infección por SARS-CoV-2 después de 2 dosis”, indicaron los autores del estudio.
Los ensayos de fase III para evaluar eficacia, seguridad e inmunogenicidad se vienen realizando en China y Emiratos Árabes Unidos (EAU). Aunque por el momento los resultados no fueron publicados en una revista científica, se sabe que fueron muy positivos y similares a los adultos, tanto en seguridad como en inmunogenicidad.
Los niños y niñas pueden contagiarse y transmitir el virus como los adultos. Si bien es cierto que la mayoría de los niños transitan la COVID-19 de forma asintomática o con cuadros leves, algunos de ellos pueden tener síntomas persistentes (COVID persistente). En el caso de niños con enfermedades de base y también menores de 1 año pueden sufrir formas graves de la enfermedad y requerir hospitalización.Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, hasta el 11 de octubre último se registraron 137.691 casos de coronavirus en niños de entre 3 y 11 años, 2.953 requirieron internación y 69 fallecieron (letalidad de 0,05%).
El objetivo de la vacunación es disminuir el riesgo de formas graves de la enfermedad, hospitalizaciones y muerte. También es una forma de prevenir el síndrome inflamatorio multisistémico (SIM) pos COVID-19, una respuesta inflamatoria exacerbada que se puede presentar en niñas y niños sin enfermedades de base después de haber tenido la infección.
Además, la vacunación pediátrica contra la COVID-19 tiene un rol en fortalecer la presencialidad cuidada en las escuelas.
No, la vacunación contra el coronavirus no es obligatoria pero las sociedades científicas recomiendan enfáticamente aplicar la vacuna a niños y niñas de 3 a 11 años. Además del beneficio individual, la vacunación es un acto de solidaridad que beneficia a toda la sociedad. Con la vacunación de los chicos se contribuye a la inmunidad colectiva y a evitar la transmisión intra-hogar, especialmente a las personas mayores.Durante el momento de mayor incidencia de casos en nuestro país en el 2021, la proporción de casos en el grupo de 0 a 19 años aumentó respecto a la del resto de los grupos etarios en los cuales la vacunación comenzó de manera sucesiva durante el año en curso. Por este motivo, el avance de la campaña de vacunación en las personas menores de 18 años permitiría reducir el número de personas susceptibles y, con ello, tendrá un posible impacto en la propagación viral.
Esto es de vital importancia teniendo en cuenta la circulación de la variante Delta. De acuerdo con las simulaciones computacionales de la pandemia desarrolladas por investigadores del Conicet se ha estimado el posible impacto de la vacunación pediátrica en un escenario de circulación comunitaria de la variante delta en Argentina. “La vacunación de niños, niñas y adolescentes entre 6 y 17 años podría evitar unas 15 mil muertes principalmente por disminución del riesgo de infección intra-hogar de adultos mayores de 60 años a partir de convivientes no vacunados”, concluye el informe.